Me levanto y estoy desnuda. Tengo un magnífico polerón amarillo, dos tallas más grande que yo, un moretón en la pierna y una herida en la boca. Me gusta lo que veo en el espejo, lo veo sin lentes. Como tres galletas medias blandas, levanto la tapa de la olla. Fideos con salsa. Me sirvo coca cola y vuelvo a la cama.
Martes. De pronto siento asco, puedo imaginar una mosca atorada en mi garganta, con una crueldad impensable para un bicho así. Vómito, viene, va. Náuseas, vienen, van.
¿Cómo será ser viejo?
Miércoles: a veces me invade una histeria, unas ganas de llorar, de gritar, de romper platos, de tirar las cosas. Quiero irme de aquí. Tal vez quiera vivir sola simplemente. Quiero estar sola.
Martes. De pronto siento asco, puedo imaginar una mosca atorada en mi garganta, con una crueldad impensable para un bicho así. Vómito, viene, va. Náuseas, vienen, van.
¿Cómo será ser viejo?
Miércoles: a veces me invade una histeria, unas ganas de llorar, de gritar, de romper platos, de tirar las cosas. Quiero irme de aquí. Tal vez quiera vivir sola simplemente. Quiero estar sola.
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